La desafección ciudadana

El cansancio que los ciudadanos tenemos de la política es algo que va más allá de los resultados del CIs, de las movilizaciones, de las campañas y del ciberactivismo. En un último periodo en el que el ciudadano valora menos la importancia de las elecciones, y se centra más en el desgaste que tiene de ellas, en el que los políticos ,aunque no podemos generalizar, ya no tienen credibilidad ni la confianza de sus votantes. Cómo “sanar” esa desafección, cómo volver a cultivar esa relación en la que hoy sentimos que nos han sido infieles, que han roto el compromiso que han adquirido con los ciudadanos a quienes representan.

Hablemos, debatamos, manifestemos nuestra disconformidad con lo que está ocurriendo, pero también hay que hacer un ejercicio de responsabilidad y reflexionar sobre lo que cada uno de nosotros hace.

La relación tiene que ser bidireccional, está claro que desde las instituciones y desde las organizaciones tiene que haber gestos reales, que vayan más allá de un titular que mañana pueda caer al olvido o que rescate algún otro porque no se está cumpliendo. Que los gestos no sean papel mojado, que sean realidades acordes a la coyuntura actual que se está viviendo en la sociedad española.

Tampoco creemos falsas expectativas que hagan que los ciudadanos hagan atisbos de recuperar la confianza y luego sea una muesca más en la intrahistoria española.

Es momento de reflexión, pero también de acción si no queremos que esto acabe abocado al fracaso, porque las personas se desaniman, dejan de creer en un sistema que neesita adaptaciones.