• slide-1
  • slide-2
  • slide-3
  • slide-4
  • slide-5
  • slide-6

Tarjeta de visita de Gutiérrez Comunicación

Re ingeniería de la política

Entramos en un momento especialmente interesante para hablar de internet y de política con las elecciones autonómicas y locales en el horizonte próximo.

No me atrevo a predecir el impacto que tendrá en la próxima cita electoral lo que podemos denominar “campaña en red”, pero parece obvio que la presencia en intenet de los políticos y candidatos despierta cada vez mayor interés, y desde luego está en la agenda de todos los partidos sin excepción. Quién más o quién menos intuye que el declive inexorable de los medios de comunicación tradicionales, viene aparejado a un número creciente de ciudadanos que forman su opinión a través de la red y de fuentes muy variopintas. Este cambio de “fuente” reputada de información, viene creciendo aunque sólo sea contando con el cierre “vegetativo” de la brecha digital. Dentro de unos pocos años, estaremos hablando de que el 80% o el 90% de los españoles acceden a internet a diario.

En este contexto y bajo mi humilde criterio, los partidos políticos tienen tres grandes retos que afrontar:

En primer lugar, entender el nuevo medio, espacio o como queramos llamarlo, que es internet. No me refiero sólo a que los políticos tengan blog o twitter, sino a tratar de entender cómo se mueven las palancas de este medio que permite una comunicación de igual a igual y poco dado a los controles. Creo a día de hoy, que somos tan sólo pioneros en internet.

El segundo reto tiene que ver con lo capaces que vamos a ser de transformar los partidos políticos para que incorporen en su ADN las nuevas herramientas tecnológicas que tenemos a nuestra disposición y otras que ni nos imaginamos. La mayoría de los partidos políticos sin excepciones son redes sociales analógicas y jerárquicas, pero la sociedad utiliza la tecnología para conocerse, intercambiar ideas, opiniones, críticas, de forma radicalmente diferente. Por tanto, para que un partido político pueda estar más próximo a sus militantes, simpatizantes y a todo votante en general, para poder movilizar y crear comunidad en este nuevo mundo, será necesaria una reingeniería profunda de la organización y de la forma de las organizaciones políticas. Esto no significa necesariamente la desaparición del líderazgo, pero sí un cambio radical de su relación con la base que lo sustenta.

El tercer reto tiene que ver con con la incorporación de las herramientas tecnológicas en la acción de gobierno para ir hacia lo que se denomina open government o gobierno abierto. Aunque pueda parecer lo contrario, vamos mucho más avanzados en esta cuestión que en la anterior, con la introducción paulatina de la eAdministración, los “pinitos” que se van haciendo de eParticipación o la iniciativas como el opendata zaragoza. En éste reto veo dos cuestiones principales nada sencillas que habrá que resolver. Por un lado tendremos que decidir en qué cosas o en qué procesos queremos que la ciudadanía participe de forma vinculante, y qué peso ha de tener esta participación teniendo en cuenta que contamos con una representación política legítima de los ciudadanos en las instituciones.

Creo que los tres retos están íntimamente relacionados y es difícil que cada uno de ellos tenga sentido por separado, teniendo en cuenta además que habitualmente la representación pública va “encastrada” en la estructura orgánica de los partidos. En definitiva, una nueva forma de gobernar y de relacionarse con la ciudadanía va soportada por unos partidos políticos revisados.