Campaña 2.0 = Conectar personas

Tener presencia en Internet no significa ganar unas elecciones, ni ser el partido más votado, o más querido, o con más visibilidad. Sin embargo, para ganar unas elecciones, la comunicación debe hacerse, hoy en día, también en la red.

Somos animales sociales. La comunicación rápida y sin mediadores ni filtros es la que consigue un mayor aumento de la identificación de unos ciudadanos con otros. También ocurre con los políticos. Sus comunicaciones en la red, personales, permiten alejarse del aura de persona inaccesible y, por tanto, diferente a las demás, y permiten crear proximidad hacia sus ideas.

La gente quiere sentirse identificada con sus políticos, que le respondan, que tengan valores semejantes, que permanezcan en contacto con la sociedad. Internet es una de las maneras de hacerlo posible en la actualidad. En un mundo global e híper comunicado, la facilidad de comunicación es mayor que nunca (emails, Twitter, correos electrónicos, SMS, formularios en Web…) y la capacidad de segmentar también (CRM, VRM, grupos y páginas de admiradores en Facebook, geolocalización, listas de Twitter, listas de correo, subscriptores…). Cuando esas comunicaciones se hacen correctamente, hablando a las personas adecuadas sobre los temas que les interesan, respondiendo preguntas o críticas, enlazando, aportando contenidos de valor y oportunidades de crear una comunidad afín, conectado con ellos, la comunicación con la ciudadanía se transforma a través de la generación de lazos emocionales.

Esas emociones, transmitidas a través de relaciones, anteriormente solo se podían conseguir a través de reuniones personales, y continuadas en el tiempo. En 2010, la red y sus herramientas de contacto permiten que esa relación constante pueda darse en cualquier lugar, a cualquier hora.

Y los lazos emocionales permiten activar votantes e involucrar activistas. La buena política 2.0 no debe pretender solo conseguir votos, porque difícilmente logrará muchos, sino que debe pretender activar personas. A través de las relaciones se logra que antiguos votantes acudan a las urnas, se logra que personas que votaban al contrario tal vez no vayan a votar porque tienen dudas, pero sobretodo logra que personas de la misma ideología usen su talento para crear nuevas actividades y para que hablen bien del candidato a sus contactos personales, y éstos a sus contactos… Esa es la función de la política 2.0: conectar personas a través de los lazos que se crean en la red, y conseguir también que esos lazos tengan su contrapartida en nuevas ideas surgidas del talento de los ciberactivistas y en tener también presencia en el mundo offline: que la gente hable de la campaña, que se creen actividades en la calle, que se genere una comunidad que pueda reunirse, dialogar, crear nuevas herramientas de campaña, hablarle a sus amigos…

Internet es un medio más para hacer campaña. Otro. Pero hay que entender que las campañas que se pueden hacer son muy diferentes a las que se hacen en otros medios, ya que ahora hablamos de una campaña relacional: en lo que respecta a contenidos (preparados para que sean compartidos, enlazables, divertidos, interesantes, innovadores…) y en lo que respecta a la comunicación directa y personal, usada para seducir a través de las palabras y los gestos, a través de las relaciones en la propia red y a través de las relaciones offline que se establecen por los miembros de esa red afín.